miércoles, 2 de abril de 2014

Comparto con todos este maravilloso poema de Marianne Williamson, lo utilizo Nelson Mandela en su discurso como presidente de Sudáfrica.
Es un regalo para el alma.


Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos inmensamente poderosos.
Es nuestra luz, y no la oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesta la gloria del universo que está dentro de nosotros. Esto no está solamente en algunos: está en todos nosotros.

A medida que nos permitimos que nuestra luz se irradie, inconscientemente estamos permitiendo que otras personas hagan lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás. Eres hijo de Dios. Jugar a ser pequeño no sirve al mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario